"Desde los primeros años es posible familiarizar a nuestros niños con herramientas de comunicación para resolver los problemas en una comunidad escolar, o fortalecer unidades vecinales en nuestras comunidades...".
Frente a la pregunta: "En términos generales, ¿usted diría que la mayoría de la gente es confiable o que es necesario ser muy precavido con ella?", la Encuesta Mundial de Valores (2010-2014) muestra que solo el 12% de los chilenos afirma que se puede confiar en la mayoría de las personas y el 85% expresa que se debe ser precavido. Dicho resultado nos ubica en el grupo de países desconfiados de Latinoamérica y lejos de países como Holanda, Suecia o China, en los que más del 50% estima que la mayoría de la gente es de confiar.
Por otro lado, frecuentemente somos testigos de cómo en Chile la unión y los canales de comunicación se activan frente a catástrofes que requieren de aunar fuerzas para salir adelante. Así, frente a tragedias como el incendio que azota la zona centro y sur del país, parece normal la solidaridad y empatía con quien está pasando por un momento difícil. ¿Es posible promover dichos valores "todo el año" y -más aún- incorporarlos a nuestras instituciones?
En términos de administración de justicia, los mecanismos para resolver conflictos han evolucionado a lo largo de la historia: desde la autotutela de los duelos, ajusticiamientos por honor o guerras, pasando por los juicios y mecanismos formales, hasta una cultura autocompositiva que hoy se desarrolla con fuerza, con sistemas como la mediación. Por medio de este mecanismo, un tercero que inspira confianza y cumple el rol de facilitador del diálogo logra que dos o más partes que se encuentran en posiciones distantes logren trabajar, manifestar y transparentar realmente sus intereses en busca de un acuerdo que, al final del día, fortalezca la relación.
Esta figura está lejos de ser una utopía y la podemos aplicar tanto a la resolución de conflictos entre empresas o particulares como a la convivencia nacional. Así, desde los primeros años es posible familiarizar a nuestros niños con herramientas de comunicación para resolver los problemas en una comunidad escolar, o fortalecer unidades vecinales en nuestras comunidades, en las que, a través de la mediación, se resuelvan conflictos vecinales. De esta manera es posible crear confianza, detectar líderes positivos desde temprana edad en aquellos que son voces respetadas y pueden manejar conflictos entre grupos, comunidades e incluso países, en una labor que puede ayudarnos a difundir el diálogo y la confianza.
Durante el mes de noviembre recibimos en Chile a Deborah Lockhart, directora del Centro de Arbitraje y Mediación de Australia, quien señaló que el 80% de los casos que ingresan por conflictos en su institución se resuelven hoy mediante la mediación, en un plazo promedio de 48 horas. La academia, junto con algunos gremios, ha trabajado en estos temas, pero queda mucho por delante, sobre todo en lo que dice relación con capacitar profesionales chilenos que puedan cumplir el rol de facilitadores del diálogo y luego irradiar los beneficios del acercamiento de las partes, que tienen diferencias de distinta índole, para no llegar a esa temida autotutela manifestada muchas veces a través de la violencia.
El gran desafío es enseñar mecanismos pacíficos y eficientes que, sobre la base de la confianza, lleven a dialogar a las partes antes de las catástrofes, a preparar al país, sin importar las diferencias de quienes trabajen para lograrlo, y así contar con los sistemas adecuados, aceptar ayudas sin desconfiar de quien venga e instalar la confianza hacia adelante.
Diario El Mercurio / 7 de Febrero 2017
MACARENA LETELIER VELASCO
Directora ejecutiva Centro de Arbitraje y Mediación, Cámara de Comercio de Santiago
JUAN PABLO SCHAEFFER FABRES
Gerente de la División Desarrollo Sustentable de Colbún S.A. y Mediador CAM
NICOLÁS FRÍAS OSSANDÓN
Subdirector del Programa UC Reformas a la Justicia y Mediador CAM
CRISTIÁN SAIEH MENA
Director Programa Negociación UC y Mediador CAM