Profesor José Pedro Silva comentó el camino para posicionar a Chile como sede de arbitraje internacional

El Mercurio / Ediciones Especiales


Nuestro país ha demostrado dar garantías suficientes en cuanto a estabilidad, infraestructura, calidad de los servicios y una masa crítica de abogados, entre otros aspectos, para poder ostentar de esta importante responsabilidad. Sin embargo, a juicio de algunos expertos, todavía existen algunas tareas pendientes.

Que Chile sea una sede de arbitraje internacional, especialmente latinoamericano, es uno de los tantos desafíos que tiene como país. Aunque es poco probable que en el mediano plazo desplace a París o Nueva York, cuenta —a juicio de los expertos— con masa crítica de litigantes muy doctos en la materia; centros de arbitrajes competentes, y tecnología suficiente, así como experiencia y un marco regulatorio e institucional propicio.

Desde 2004, Chile cuenta con la Ley 19.971 de Arbitraje Comercial Internacional (LACI). En el Grupo Vial Serrano Abogados destacan que, a casi 15 años de vigencia de esta ley, nuestro país se encuentra preparado para servir de sede para disputas arbitrales internacionales. 'Su solidez legal y el apoyo jurisprudencial son, han sido y serán determinantes en dicha materia'.

Aclaran que para una correcta evaluación de una sede —cuyo punto de partida es el señalado marco legal— deben considerarse otros factores, como fortaleza, seguridad e independencia del Poder Judicial de que se trate; el desarrollo —desde una perspectiva práctica— del arbitraje y su aceptación; la estabilidad socio-política, y cuestiones de tipo logístico, como son costos, infraestructura, servicios, conectividad y recursos tecnológicos. Macarena Letelier, directora ejecutiva del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Santiago (CAM Santiago), resalta que Chile es parte de la Comisión Interamericana de Arbitraje Comercial (CIAC) y hace dos años tiene la Secretaría del Comité Nacional de la Cámara de Comercio Internacional (ICC) con más de 60 socios.

'Desde el 2018 formamos parte de una mesa de trabajo en APEC que desarrolla los ODR (Online Dispute Resolution), que es infraestructura digital para la tramitación sobre todo de mediaciones entre pymes de diferentes países. Esta semana presentamos la primera parte del piloto en Puerto Varas'. Precisa, además, que en el marco de la Alianza del Pacífico se firmó en 2016 un acuerdo con los centros de las cámaras de México, Bogotá y Lima, con el fin de fomentar el uso del arbitraje y mediación en la región junto con CIAC. 'Hoy estamos retomando este trabajo junto con la Universidad Católica, pensando en capacitar más mediadores y trabajar programas pro bono en conjunto con clínicas jurídicas'. Francisco J. Leturia I., presidente del Centro Nacional de Arbitrajes (CNA), cuenta que en todos los países del mundo, al probar la LACI, o el modelo Uncitral, lo hacen con la expectativa de convertirse en 'país sede del arbitraje internacional' y desarrollar toda la industria asociada.

'La verdad es que ello rara vez ha sucedido, aunque, para ser justos, las posibilidades de Chile en esa materia pueden ser diferentes en el mediano plazo'. No obstante, indica que si a ello se suman los altos costos de litigar en París o Nueva York, los factores regionales, la desconfianza de varios países del Mercosur a los tribunales americanos y europeos, y la creciente relevancia de los tratados bilaterales de inversión, donde pueden establecerse sistemas especiales y más bien locales de solución de controversias, pueden favorecer para que Chile en forma paulatina pueda ir desarrollando esta industria, 'Además, es posible que poco a poco aumente el flujo de casos, y que los actores internacionales vayan perdiendo el miedo, o incluso habituándose, a usar una sede regional, como Santiago, para resolver sus conflictos. Creo que son tiempos favorables para favorecer y propiciar una política en este sentido'.

VISIÓN DE LA ACADEMIA

Pía Tavolari, profesora de Derecho Procesal de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile y árbitra del CAM Santiago, resalta el trabajo en conjunto de los diversos actores del sistema. 'De una parte, el tribunal arbitral, en este sentido, el CAM Santiago ha realizado una labor extraordinaria y me parece que debe destacarse el reciente acuerdo alcanzado, al que, a instancia del Banco Mundial, llegó con el Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca de Ecuador, en orden a que en los contratos de inversión suscritos entre ese país e inversionistas extranjeros, el arbitraje sea administrado por el CAM Santiago, utilizando su Reglamento de Arbitraje Comercial Internacional y su plataforma de mediación y arbitraje'.

Afirma que fueron fundamentales en esta decisión la tecnología con que cuenta el CAM Santiago para resolver los litigios arbitrales, especialmente, los procedimientos de tramitación electrónica y el prestigio internacional que tanto la judicatura chilena como el centro detentan en la actualidad. 'Los demás actores, fundamentales en este auge de la justicia arbitral y del posicionamiento de Chile como sede, han sido los propios abogados, quienes se han capacitado no solo en los temas procesales que implica la litigación arbitral, sino que también en los aspectos sustantivos que se discuten con frecuencia, tales como construcción e inversión extranjera'. Para el profesor de la Facultad de Derecho UC, José Pedro Silva Prado, quien es parte del Departamento de Derecho Procesal de esta casa de estudios, en Chile confluyen particularmente elementos económicos que lo hacen apto para ser sede de arbitraje internacional, como la competitividad empresarial y la estabilidad institucional.

Agrega que existen también elementos jurídicos y técnicos que se deben considerar como, por ejemplo, que Chile cuenta con la LACI desde 2004, y que una particularidad de esta ley es que sigue el modelo Uncitral, incluyendo el principio de Kompetenz-Kompetenz y los principios de la Convención de Nueva York, de la cual nuestro país forma parte desde 1975. A su juicio, otro elemento importante es que se han ejecutado laudos arbitrales internacionales por el Poder Judicial. 'Esto es una muestra de la importancia que tiene el arbitraje en nuestro país porque se reconoce y se valida. En realidad, son pocos los recursos de queja que son acogidos en contra de jueces árbitros, y los pocos que se acogen son por razones asociadas a garantías del debido proceso. Es decir, no se cuestionan realmente razones materiales del caso concreto'. El Dr. Eduardo Jequier Lehuedé, profesor titular de la Universidad de los Andes, coincide con la importancia de que Chile cuenta con una moderna legislación sobre arbitraje comercial internacional (Ley N° 19.971), ya que se aparta radicalmente de la anacrónica normativa chilena sobre arbitraje interno.

Dice que tomando como base la Ley Modelo Uncitral de 1985, el legislador de la época se propuso catapultar a Chile como una sede en Latinoamérica de arbitraje comercial internacional, adoptando para ello una normativa ágil, flexible y de carácter antiformalista que prioriza la autonomía de la voluntad de las partes y restringe la intervención de los tribunales estatales en lo concerniente al contenido de la solución de los conflictos internacionales y la determinación de la competencia del árbitro. 'En suma, el país cuenta actualmente con los elementos jurídicos y tecnológicos necesarios para transformarlo en una plataforma latinoamericana de arbitraje comercial internacional, respaldada además por tres importantes convenciones internacionales sobre arbitraje y ejecución de laudos, actualmente vigentes: la Convención de Nueva York de 1958 (ONU), la Convención de Panamá de 1975 (OEA) y la Convención de Montevideo de 1979 (OEA).

TAREAS PENDIENTES

En relación a los desafíos pendientes para que Chile se posicione como sede de arbitraje internacional, en el Grupo Vial Serrano Abogados destacan que el país tiene infraestructura suficiente, pero no óptima en cuanto a servicios asociados al arbitraje internacional. 'Factores logísticos, de conectividad, servicios de traducción, transcripción y mensajería, vienen a ser factores en los que necesariamente se debe trabajar más, a fin de hacerlo más competitivo a nivel internacional'. Añaden que lo pendiente son ajustes de contexto que deberán efectuarse si lo que se pretende es fomentar aún más este polo de desarrollo. 'Para competir con otras sedes internacionales o regionales de renombre, debemos ser capaces de ofrecer lo mismo o más de manera eficiente y a menor costo'.

Al respecto, Macarena Letelier enfatiza que como Chile está lejos geográficamente, se debe contar con herramientas que sobresalgan en políticas públicas, tecnología, capacitación, transparencia, relación con el Poder Judicial, publicaciones y relación con otras instituciones internacionales. 'Es fundamental sacar adelante la reforma procesal civil que contempla la Ley de Mediación Comercial, más aún cuando recién firmamos el Convenio de Singapur y una ley de arbitraje del tipo monista, al igual que todas las últimas leyes en el mundo, aprovechando esa instancia para actualizar la LACI que Uncitral ya ha modificado en varias ocasiones desde 2004, año que se publicó en Chile'.

En este sentido, asegura que el CAM Santiago está trabajando en este tema. 'Creo que es un deber cuidar al Centro, porque somos una cara de Chile en muchos países y digámoslo claro y fuerte, una muy buena cara de Chile en el extranjero y en mesas de trabajo entre naciones. Por lo que seguir tejiendo redes internacionales sobre bases sólidas es fundamental para transmitir la excelencia de nuestros profesionales, la calidad de nuestro Poder Judicial y el estado de derecho en Chile en general'.

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