Remates electrónicos, embargos automáticos y una nueva ley de mediación para resolver los conflictos vecinales y comunitarios. 

 

 El "rematero", que anda buscando qué embargar, está destinado a desparecer. Al igual que el "palo blanco".

 

Eso, si se aprueban las indicaciones que en marzo próximo espera enviar al Congreso el Ejecutivo, para producir un cambio "copernicano", como calificó el ministro de Justicia, Hernán Larraín, a la reforma procesal civil. Esa figura del rematero es solo una anécdota en todas las transformaciones que se esperan de la mano de este proyecto que llegó a golpear las puertas del Congreso en 2012, pero que quedó congelado en el tiempo, hasta ahora.

 

El coordinador de la Comisión Asesora para la Reforma Procesal Civil, el abogado José Pedro Silva, consultado por "El Mercurio", adelantó las modificaciones que se presentarán en marzo al Congreso.

 

El primer cambio tiene que ver con las indicaciones sustitutivas al Código Procesal Civil respecto del recurso de casación (recurso que se interpone ante el Tribunal Supremo contra fallos definitivos, en los cuales se suponen infringidas leyes o doctrina legal, o quebrantada alguna garantía esencial del procedimiento).

 

"Se repuso el recurso de casación, pero con dos modificaciones: Ampliando las atribuciones de la Corte Suprema para controlar el debido proceso, y marcando una misión de la Suprema de generar precedentes. Y si acaso la doctrina es fijada por el Pleno del tribunal, esa doctrina solo puede ser modificada por el Pleno; jamás por una sala", explica Silva.

 

En definitiva, se trata de que la Suprema dicte precedente y por esa vía los abogados tengan claro cómo se pronunciará en el futuro la máxima corte, de modo que dará certeza y seguridad jurídica al sistema judicial y se respeta el principio de igualdad ante la ley al tratar los mismos casos de igual manera.

 

 

Otro segundo grupo de modificaciones consiste en separar las funciones administrativas de las judiciales. Las primeras pasan a una unidad de ejecución administrativa del tribunal, que será absolutamente automatizada. Los jueces a futuro solo tienen que resolver controversias jurídicas. Todo lo que tiene que ver con la decisión del conflicto permanece en los jueces.

 

En el aspecto administrativo se introducen importantes novedades, porque, por ejemplo, se opta por la subasta electrónica de bienes raíces. Se va a crear un portal nacional de subasta de bienes raíces y cada martillero deberá tener su página web para efectuar subastas electrónicas dentro de su región o comuna.

 

"El sistema, con esto, gana transparencia", comenta Silva. Y "garantiza que los bienes de los deudores se rescaten a valores de mercado objetivos, por tanto, el acreedor recupera más crédito y el deudor extingue en mayor proporción su deuda".

 

En cuanto a los remates o subastas actuales, José Pedro Silva comenta que es sabido que existen mafias que enturbian y extorsionan el desarrollo de este proceso, haciéndolo opaco y contrario a los intereses de ambas partes". Es esto lo que quedará fuera de posibilidad: el hombre al que en un remate se le paga como palo blanco para subir o bajar el precio de un artículo. También quedará fuera la figura del receptor haciendo un peregrinaje para ver dónde puede embargar. "Habrá un sistema de embargos electrónicos", señala Silva. Y se le dará instrucción al sistema para que embargue cuentas corrientes, acciones o valores, de manera automática, sobre la base de una orden de un tribunal. Esto es muy revolucionario. Es eficiente, rápido y eficaz", celebra el coordinador de la mesa de reforma.

 

 

La gran apuesta social del Gobierno está orientada a los conflictos vecinales y comunitarios. Se regularán con una nueva ley de Mediación. "Hoy son conflictos que no llegan al sistema de justicia, porque es más caro y complejo litigar. La idea del Presidente Piñera, según nos enfatizó el ministro Hernán Larraín, es dar acceso a los sectores que hoy día no tienen acceso a la justicia. ¿Cómo se logra? Por la introducción de la Mediación. Es decir, el proyecto apuesta a que el juicio no es la única manera de resolver los conflictos jurídicos. Hay otra vía, de manera amigable, a través de un mediador que permite dar una solución negociada al conflicto. Se trata de una tremenda y formidable herramienta. La mediación será obligatoria en las indemnizaciones de perjuicio, en juicios de comodato precario, en conflictos de arrendamiento, etc.".